Calificación General y Mantenimiento de Los Equipos de Laboratorio de Salud pública, investigación, alimentos, medio ambiente y veterinaria

La Gestión de equipos es uno de los requisitos esenciales solicitados por las normas de acreditación y es un pilar fundamental del flujo de trabajo dentro de los procesos del laboratorio médico.  La misma consta de 4 fases que se conocen como:

1. Calificación de Diseño.

2. Calificación de Instalación.

3. Calificación de Operación.

4. Calificación de Funcionamiento.

La calificación de diseño es la verificación documentada del proceso de adquisición  de un equipo que incluye la evaluación del uso previsto del equipo, las especificaciones, las instalaciones, los accesos, los costos y las evaluaciones de los proveedores.

La calificación de instalación es el proceso documentado de la evaluación de todo lo necesario para el transporte e instalación del equipo en las instalaciones de la organización, incluyendo el cumplimiento de todos los protocolos establecidos por el fabricante.  Dejando evidencia que el equipo fue instalado correctamente.

La calificación de operación es el proceso documentado que el equipo una vez instalado correctamente, cumple con todos las especificaciones técnicas solicitadas para su uso previsto y rutinario.

A la calificación de funcionamiento podemos agregar el mantenimiento de usuario y el mantenimiento preventivo o de rutina, el cual sigue las recomendaciones por parte  del fabricante y la calibración, verificación, caracterización o certificación de los equipos. También se deben contemplar las reparaciones y la disposición final o descarte del equipo.  Una de las deficiencias más grandes encontradas durante las auditorías a los sistemas de gestión, es la falta de información documenta de la gestión de equipos.

En este documento nos vamos a enfocar en la calificación de funcionamiento de todos los equipos y dispositivos comunes a la mayoría de los laboratorios, por ejemplo, centrífuga, pipeta, campana extractora de humo, etc.).  Esta fase tiene como objetivo mantener el equipo funcionando en óptimas condiciones a través del tiempo, y así permitir la detección temprana de cualquier indicio de una posible avería o mal funcionamiento. 

Al gestionar de manera integral el programa de mantenimiento y calibración de los equipos estamos creando un sistema en el cual se puedan detectar fácilmente las primera señales de degradación en el funcionamiento del equipo, y de esta manera anticiparse a los problemas para evitar detener el servicio por algún desperfecto; disminuyendo las reparaciones costosas de los equipos, prolongando su vida útil y brindado el soporte que el laboratorio necesita para cumplir con el objetivo de entregar los resultados de las pruebas de manera oportuna y con calidad.